ARDEN NUESTRAS ISLAS

Mis islas son eso / las venas abiertas de veinte zanjones / que en tientos de plata / lonjeó el Paraná / ingases que pechan vientos redomones / timboses, aguaises, laurel, canelones / la lanza sonora del cumpa chajá.   Esta es la introducción del tema "mis islas son eso", del poeta costero Juluio Migno y musicalizado por Orlando Vera Cruz. Lo que no imaginaron estos dos grandes del cancionero litoral es que el fuego arrasaría, descontroladamente, este paisaje y de estos árboles y muchos animales quedarían solo, en el mejor de los casos, restos humeantes.   Quienes visitamos asiduamente la zona de islas vemos generalmente focos de incendios, pero no con la magnitud de los que se han desatado en los últimos días, donde inclusive se "tapó" el puerto de humo, como lo denunciaron habitantes del lugar.   Denuncias Cruzadas Existe una carta de un productor ganadero que incrimina a cazadores y buscadores de carnada en tanto que pescadores deportivos dicen haber visto en otros lugares de la isla a puesteros prender fuego y está por supuesto la posibilidad de que se encienda accidentalmente merced al descuido de algún acampante, aunque la magnitud del evento descartaría un simple accidente. Para empeorar el panorama los fuertes vientos y la falta de lluvias complican aún mas la situación. Mientras tanto, que hacen los responsables del área en nuestra municipalidad de Reconquista y Avellaneda?   La carta. ¡Y NO SOMOS LOS GANADEROS! Ya son mas de 5000 hectáreas arrasadas por el fuego irresponsable de cazadores furtivos y buscadores de carnada, después nos culpan a los ganaderos, y son nuestros animales mueren a consecuencia de que el fuego los arrincona y empuja a los bofadales generados por la sequía. La hipocresía hace que las autoridades hablen de ecología y no sientan el olor del humo de la naturaleza arrasada por las llamas. El suelo queda lleno de osamentas calcinadas de los animales y los árboles vacíos de pájaros. Se escuchaba anoche el grito de los monos corridos por llamas de varios metros que no dejaron árbol vivo, y hoy sólo el humo y las cenizas que levantábamos al caminar nos acompañaban. Los carpinchos sin madre eran hoy presa fácil de cualquiera, peor suerte las viboras y algunos yacarés que no pudieron escapar. Cualquier Nación civilizada del mundo hace oir su clamor internacional ante hechos menos graves,sin embargo nosotros seguimos imprimiendo folletos hablando de ecología . Estamos cerca de la Fiesta del Surubí, que le mostraremos a los pescadores visitantes?, tal vez tachos llenos de morenas, y unas islas quemadas por la irresponsabilidad de algunos y la desidia de otros?.                                            Juan H.Capózzolo     fuente: Agradecemos a Eloy Cucit y Radio Amanecer por compartir con nosotros las fotos y la carta de Juan Capózzolo.

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